Por convención social solemos evitar las palabras malsonantes. Pero a veces aparecen palabras de este tipo… Y, ante eso, ¿qué hacemos? Una solución consiste en buscar alternativas. Por ejemplo, con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, el Termcat elaboró varios vocabularios sobre terminología deportiva. Uno era el Diccionari de rem (1992). En catalán, la persona que participa en este deporte recibe el nombre de remer si es hombre y, por tanto, remera si es mujer. Sin embargo, la gente del Termcat se planteó la posibilidad de llamarlo remador (femenino remadora), porque remera, sobre todo en la Cataluña oriental y en Baleares, sonaba de manera muy parecida a la palabra castellana ramera (‘prostituta’).
Otras veces la lengua genera soluciones por sí misma. En el País Valenciano (sobre todo del centro hacia el sur) es frecuente no pronunciar la d intervocálica; por eso dicen ca’ira por cadira (‘silla’), ma’ur por madur (‘maduro’), ro’a per roda (‘rueda’), llaura’or per llaurador (‘agricultor’), fideua’a per fideuada (‘plato a base de fideos cocidos’), mascleta’a per mascletada (‘hecho de tirar muchos petardos y cohetes’). Por ello, el fruto llamado codony (‘membrillo’) suele decirse co’ony. Ante esto, hubo que buscar otras formas de decirlo. El dialectólogo de la Universitat d’Alacant Jordi Colomina indica que en Elx y en Santa Pola (Baix Vinalopó, en el extremo sur valenciano) a este fruto se le llama conyeta y en Mutxamel (Alacantí, al rededor de Alacant) lo llaman conya.
En los nombres de lugar también hay casos de este estilo. En el libro Topònims catalans de Josep Moran, Mar Batlle y Joan Anton Rabella (Abadia de Montserrat, 2002) vemos algunos de ellos. En el Rosselló (en la Cataluña francesa) se encuentra el pueblo de Bompàs, que en la edad media se llamaba Malpàs. ¿Y quién quiere vivir en un mal paso? De forma parecida, el barrio de Bellvitge de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès, al lado de Barcelona) tenía como nombre original Malvitge. Parece que proviene de Amalvígia, nombre de una mujer propietaria de una acequia que había en la zona en época medieval. También tenemos el pueblo de Vila-sana (Pla d’Urgell, no muy lejos de Lleida), que hasta 1930 se llamaba Utxafava.
El Cavall Bernat es una roca gigantesca de Montserrat famosa porque se hace escalada; en origen era Carajo Armado, es decir, ‘pene simpático’, porque realmente tiene forma de pene en erección
Hay que mencionar también el pueblo de Montferri (Alt Camp, al norte de Tarragona), que hasta 1917 se llamaba Puigtinyós, y el caso de Avinyó Nou (Alt Penedès, entre Tarragona y Barcelona), que siempre se había denominado les Cabòries, pero que en 2007 cambió el nombre (escogieron esta denominación porque el núcleo forma parte del municipio de Avinyonet del Penedès), pues cabòria en catalán significa ‘preocupación’. Por último, está el pueblo de Santa Eulàlia de Riuprimer (Osona, cerca de la ciudad de Vic, al norte de Barcelona).
En el siglo XII, el riachuelo en cuestión se llamaba riu Merder, y se pasó a riu Primer (de hecho, el mismo río, cuando pasa por Vic, pegado a la catedral, recibe el nombre de Mèder). Un último ejemplo: el Cavall Bernat es una gigantesca roca del macizo de Montserrat famosa por la escalada. En origen era Carall Armat (‘carajo armado’), porque realmente tiene forma de pene en erección. En otros lugares hay otras rocas que tienen la misma forma y también se llaman Cavall Bernat. ¡Yo veis cuánto prurito para evitar palabras malsonantes!
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Editado por Joseph Hammond y Newsdesk Manager