Una periodista mexicana identificada como Alejandra Ibarra se volvió viral en Twitter, luego de que desentramara cómo operan los estafadores a través de Facebook Marketplace. La experiencia que vivió la comunicadora ocurrió al ofertar un iPhone 13.
Ibarra inició su relato con el siguiente mensaje en su cuenta personal de Twitter: “He estado tratando de vender un iPhone por Facebook Marketplace y he aprendido el ‘modus operandi’ de las estafas de primera mano. Ahí les comparto por si a alguien le sirve. Todo será ilustrado con la historia de quien se dijo llamar el Ing. Jonathan”.
Según su experiencia, la periodista pudo identificar al menos a tres miembros de la presunta estafa: “quien coordina, quien ejecuta y la persona que hace el contacto”, refirió. Y agregó: “La primera con quien tuve contacto fue con la tercera. En este caso, se llamaba Caro”.
Algunos indicadores que, días después le ayudarían a comprender el ‘método de operación’, fueron que la ‘persona interesada’ en el teléfono móvil nunca responde al anuncio publicado originalmente sino que envía mensaje directo al perfil del vendedor; además de que, nunca mantienen la conversación en la red social, sino que trasladan la ‘negociación’ a WhatsApp “para coordinarnos mejor” o “ponernos de acuerdo bien”, acotó Ibarra.
Después de charlar acerca de los detalles técnicos y la estética del iPhone 13, “Caro me dijo que por seguridad de las dos era mejor no vernos, que su esposo Jonathan me podía hacer el pago por transferencia y me mandaría a alguien de un servicio de paquetería para recoger el celular. Le di mi número y rápidamente me llegó un mensaje por WhatsApp del Ing. Jonathan, y respondí”, narró la periodista.
Antes de emitir el respectivo pago al banco, como lo había sugerido Alejandra Ibarra, el Ing. Jonathan ya había enviado a un chofer de la plataforma Uber, identificado como Juan, para que recogiera el teléfono celular. La periodista le aseguró que enviaría el dispositivo móvil, siempre y cuando la transferencia de fondos resultara satisfactoria en su cuenta bancaria.
Posteriormente, el presunto comprador envió un comprobante de pago emitido a la comunicadora, y ella decidió marcar al banco para certificar la operación. Los agentes telefónicos le comentaron que se trataba de un cheque por 19.000 pesos, casi 1.000 dólares, pero que era probable que demorara 24 horas en ser validado.
Los agentes bancarios le explicaron a Ibarra que, normalmente, ese tipo de operaciones resultan ser fraudes porque el supuesto comprador emite un pago, este se ve reflejado en la cuenta del vendedor y muchas veces esos cheques no tienen fondos, y se retira el dinero al día siguiente una vez que la operación ya se concluyó, sin que una de las partes salga beneficiada de la transacción.
Ibarra decidió compartirle esa información al Ing. Jonathan y, tras ello, iniciaron las amenazas contra la periodista, tildándola de “mentirosa” e, inclusive, de “estafadora”.
La también colaboradora del diario The Washington Post en México indagó más acerca del caso, y se percató que la mujer identificada como Caro no estaba casada con el Ing. Jonathan, y tras decirles una y otra vez que “no tengo ganas de estafas”, ellos dejaron de responder.
Al día siguiente, la comunicadora compartió una imagen de su cuenta bancaria, en la que aparece la leyenda: “Cheque devuelto -19.000 pesos”. En efecto, la transacción se trataba de una estafa. Los supuestos compradores emitieron un cheque sin fondos, enviaron a un conductor de Uber por el teléfono y establecieron una triangulación de contactos para ejecutar este delito.
Para fortuna de Alejandra Ibarra, el hecho solo quedo en una mala experiencia.