WASHINGTON — Joe Biden, como muchos otros familiares de miembros de las fuerzas armadas diagnosticados con enfermedades tras despliegues en el extranjero, sospecha que la exposición tóxica podría estar detrás del cáncer cerebral de su hijo Beau.
Beau Biden abordó un avión militar rumbo a Irak el 19 de noviembre de 2008, solo unos días después de que su padre se convirtiera en vicepresidente electo. Se desplegó con la Guardia Nacional del Ejército de Delaware en la Base Aérea Balad, donde las fuerzas armadas de Estados Unidos quemaba unas 140 toneladas de residuos al día en hogueras al aire libre.
Cuando murió en 2015, Beau Biden tenía 46 años.
En un discurso en 2019 ante el Service Employees International Union, Biden dijo que debido a la "exposición de Beau a las hogueras, en mi opinión, no puedo probarlo todavía, regresó con glioblastoma en etapa 4. Vivió 18 meses, sabiendo que iba a morir".
Para miles de veteranos que también han sido afectados por el cáncer después de haber estado expuestos a las hogueras u otras toxinas mientras prestaban servicio en el extranjero, es la pérdida personal de Joe Biden lo que les da la esperanza de que finalmente podrían obtener la ayuda que necesitan.
El director de la campaña de asuntos militares y veteranos de Biden, Leo Cruz, declaró a McClatchy que el presidente electo está dispuesto a ayudar.
"El presidente electo Joe Biden ha dejado en claro que la obligación más sagrada de nuestra nación es cuidar de los miembros de nuestras fuerzas armadas y a sus familias, cuando están desplegados y cuando regresan a casa", dijo Cruz.
El plan de Biden "incluye la ampliación de la lista de posibles padecimientos para incluir la exposición a hogueras u otras toxinas ambientales, y el aumento del financiamiento para investigación en 300 millones de dólares para invertir en una mejor comprensión del impacto de las exposiciones tóxicas" y de lesiones cerebrales traumáticas.
Pese a años de datos y de los más de 200 mil veteranos que prestaron servicio en Irak, Afganistán y otras bases de todo el Medio Oriente que han reportado cánceres, enfermedades respiratorias o problemas de salud neurológica al Departamento de Asuntos Veteranos (VA), muchas de sus reclamaciones siguen siendo rechazadas.
El VA aún señala que no hay suficiente evidencia para determinar que los contaminantes a los que los miembros de las fuerzas militares estuvieron expuestos en el extranjero son la causa de sus enfermedades cuando regresan a casa.
Rosie Torres fundó el grupo activista sobre la exposición tóxica Burn Pits 360 después de que su esposo, el capitán retirado del ejército Le Roy Torres, regresara a casa con una enfermedad pulmonar debilitante tras un despliegue en la Base Aérea Balad en Irak entre 2007 y 2008. La base, al igual que cientos de otras en Afganistán e Irak, tenía múltiples áreas para la eliminación de metales, desechos humanos, municiones y basura que se quemaban con combustible de aviones.
Los miembros de las fuerzas militares asignados a esas bases estaban expuestos diariamente a las partículas nocivas del humo de las hogueras.
Balad dejó de utilizar las hogueras al aire libre en 2009 por motivos de salud.
Torres y una coalición de grupos de defensa de los veteranos están presionando para que el VA apruebe las enfermedades como padecimientos posibles, lo que eliminaría la carga que actualmente pesa sobre los veteranos de probar que sus cánceres u otros padecimientos están relacionadas con su servicio militar para que sus tratamientos sean cubiertos por el sistema de salud del VA.
"(Biden) perdió a su hijo que estuvo desplegado en una base donde muchos otros murieron de la misma enfermedad", señaló Torres. "Siento que esta sería su forma de honrar a Beau".
Pero, durante años, incluyendo cuando Biden fungió como vicepresidente en la administración de Obama, la ayuda a esos veteranos ha sido postergada ya que el VA ha dicho que requiere más estudios para determinar una conexión con el servicio.
El ex secretario del VA, David Shulkin, declaró a McClatchy que la posición actual del VA de que se necesita hacer más estudios "deja a muchos veteranos simplemente esperando".
Los veteranos dicen que ya no quieren esperan más.
"Estamos atrasados", dijo Jeremy Butler, director ejecutivo de Iraq and Afghanistan Veterans of America (IAVA). "Es como con el K2, donde han pasado 20 años, y no tienen nada, ni atención médica ni respuesta del gobierno".
K2, o Karshi-Khanabad, es una antigua base soviética en Uzbekistán donde las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos fueron enviadas apenas semanas después de los ataques del 11 de septiembre.
El año pasado, McClatchy informó que el Pentágono sabía desde 2001 que la base tenía restos de uranio procesado, piscinas de combustible y disolventes, y restos de armas químicas. Cientos de los que prestaron servicio allí han sido diagnosticados con cáncer.
Más de dos docenas de organizaciones de veteranos han formado una coalición para concientizar sobre la exposición tóxica e impulsar la legislación. Tienen un activista de alto perfil en el comediante Jon Stewart, quien ha prometido mantener el tema en primer plano hasta que esos veteranos obtengan la ayuda que necesitan, de manera similar a como lo hizo con los socorristas del 11 de septiembre en el World Trade Center de Nueva York.
Butler de IAVA comentó que el grupo está enfocado en hacer avanzar una legislación amplia en el Congreso el próximo año que aborde toda la exposición tóxica.
Múltiples legisladores presentaron este año proyectos de ley para ayudar a segmentos de veteranos, como la legislación específicamente para ayudar a los veteranos de K2, proyectos de ley para abordar las hogueras y los padecimientos posibles, y otros proyectos de ley centrados en los cánceres de los pilotos militares.
Pero la pandemia del COVID-19 y las elecciones de 2020 hacen probable que esos esfuerzos legislativos individuales esperen hasta la próxima sesión del Congreso, dijeron Butler y Torres. Los proyectos de ley a veces tienen puntos de énfasis o apoyo congresional contrarios que "finalmente significan que no se hace nada", agregó Butler.
Los grupos habían planeado celebrar una manifestación por el Día de los Veteranos en el Capitolio el miércoles con Stewart para llamar más la atención sobre el tema, pero las nuevas restricciones relacionadas con el COVID-19 en el Distrito de Columbia impidieron que se llevara a cabo.
"Nuestra meta es llegar al 2021 con un enfoque renovado", indicó Butler. "El hecho de que ahora tenemos al presidente electo Biden va a hacer mucho más fácil que se haga algo. Él es alguien que entiende de una manera que pocos civiles entienden".
– Este texto fue traducido por Kreativa Inc.