WASHINGTON — La laxa coalición de republicanos de "Never Trump" (Nunca Trump) que trabajó para derrotar al ex presidente Donald Trump ahora se está volcando en un objetivo nuevo y mucho más desafiante: purgar el estilo de hacer política del ex mandatario del Partido Republicano.
Pero hay poco acuerdo sobre la mejor manera de hacerlo, o si es incluso posible.
Estrategas y funcionarios republicanos actuales y anteriores que se opusieron a Trump y ahora se encuentran sin un hogar político natural dijeron que han caído en gran medida en tres campos desde las elecciones de 2020: reformar al Partido Republicano desde dentro, comenzar un tercer partido o alinearse con los demócratas moderados.
Independientemente de dónde caigan, el grupo relativamente pequeño de republicanos anti-Trump reconoce que erradicar la influencia del hombre que fácilmente sigue siendo la figura más popular del partido es mucho más desalentador que simplemente vencerlo en una elección.
Pero tras los disturbios en el Capitolio y la posterior absolución del ex presidente de un cargo de impugnación en el Senado, sostienen que desafiar a la coalición de Trump ha adquirido una renovada sensación de urgencia, incluso si abordan esa misión de diferentes maneras.
"La coalición 'Never Trump' no se rige por ningún principio político en particular", dijo Lucy Caldwell, quien gestionó la campaña presidencial del ex representante republicano Joe Walsh. "Ya no tenemos que hacer la cama todos juntos".
El grupo anti-Trump republicano más activo desde la elección ha sido el Republican Accountability Project (RAP), que surgió de Republican Voters Against Trump. La directora ejecutiva del RAP, Sarah Longwell, declaró que planean recaudar y gastar 50 millones de dólares en los próximos dos años en la búsqueda de múltiples vías para derrotar al trumpismo.
El grupo ya ha pagado una serie de vallas publicitarias y anuncios para presionar a los legisladores republicanos que se hicieron eco de las afirmaciones infundadas de Trump sobre el fraude electoral y se opusieron a la certificación de las elecciones. RAP también está brindando apoyo a los congresistas republicanos que votaron en contra de Trump durante el proceso de impugnación, muchos de los cuales se enfrentan a retadores en las primarias y censuras de los partidos locales.
Longwell comentó que el grupo, presidido por el comentarista conservador Bill Kristol, planea continuar con esos esfuerzos hasta las elecciones intermedias de 2022. Añadió que también explorarán respaldar a los rivales republicanos y demócratas de los aliados de Trump en las próximas elecciones primarias y generales.
"¿Cómo se hace retroceder a la derecha MAGA que está trabajando para dominar a todo el partido? Eso requiere llegar a ella desde varios ángulos diferentes electoralmente", señaló Longwell.
Aunque los republicanos anti-Trump generalmente querrían ver a más candidatos de centro-derecha avanzar tras las primarias el próximo año, no todos ellos irían tan lejos como para apoyar a demócratas para asegurar que los leales al ex presidente sean derrotados.
El ex representante Reid Ribble, republicano de Wisconsin y frecuente crítico de Trump, dijo que escribió "Vicepresidente Mike Pence para la presidencia" en su papeleta y que votó solo por otros candidatos republicanos en las últimas elecciones porque todavía encontraba a los demócratas incompatibles con sus puntos de vista conservadores.
"No estoy dispuesto a destrozar el Partido Republicano porque tenga un desacuerdo con el nombre que aparece en la parte superior de la boleta", dijo Ribble. "Prefiero que la gente como yo trabaje dentro del sistema partidista para encontrar candidatos grandiosos".
Pero incluso los republicanos como Ribble admiten que eso será difícil mientras Trump mantenga su control sobre el partido. Una encuesta reciente de Morning Consult reveló que el 59 por ciento de los votantes del Partido Republicano en todo el país dijo que Trump debería desempeñar un "papel importante" en el partido en el futuro, un aumento de 18 puntos porcentuales desde el mes pasado.
En una declaración de la semana pasada en la que arremetía contra el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, Trump prometió "respaldar en las primarias a los rivales que apoyen el Making America Great Again [MAGA] y nuestra política de America First".
Y los más notables entre los primeros postulantes para las primarias del Partido Republicano de 2022 están tomando nota. En el disputado estado de Ohio, dos candidatos que se postulan para reemplazar al senador republicano que se retira Rob Portman (el ex tesorero estatal Josh Mandel y la ex presidenta del partido estatal Jane Timken) se presentan ante todo como defensores de Trump.
Tim Miller, ex director político de Republican Voters Against Trump, dijo que muchos votantes del Partido Republicano que se opusieron a Trump en las últimas elecciones han abandonado el partido por completo y ahora son funcionalmente demócratas, lo que significa que probablemente ni siquiera participarán en las futuras primarias republicanas.
"Realmente no veo un papel para los 'Never Trumpers' en las primarias republicanas abiertas", señaló Miller. "El Partido Republicano ahora está formado por personas que son activamente pro-Trump o que no creen que Trump fuera tan malo, dado lo malos que piensan que son los demócratas".
Esa línea de pensamiento ha llevado a algunos republicanos anti-Trump a concluir que un tercer partido ofrecería un hogar más natural. Apuntan a una reciente encuesta de Gallup que muestra que el 62 por ciento de los estadounidenses piensa que es necesario un tercer partido, más que en cualquier momento desde 2003, y las decenas de miles de votantes republicanos que han cambiado su afiliación partidista desde el motín del Capitolio.
Como informó Reuters, un grupo de más de 120 ex funcionarios republicanos se reunió por Zoom a principios de este mes para discutir la formación de un tercer partido conservador, aunque la idea ha ganado poca tracción desde entonces.
Antes de la votación de la impugnación en el Senado, Trump también habría planteado la posibilidad de crear un tercer partido llamado "Partido Patriota", pero rápidamente abandonó el concepto.
El ex representante de Florida David Jolly, quien abandonó el Partido Republicano en 2018, ha dado un paso en esa dirección y ahora lidera el Serve America Movement, o SAM Party. Agregó que espera atraer a una "coalición amplia" de votantes de todas las ideologías que están cansados del sistema bipartidista.
Jolly podría probar si un tercer partido es viable en el clima actual, alegando que está sentando las bases para una campaña independiente para gobernador de Florida. Añadió que tomará una decisión final a finales de año y que ha estado en contacto con otros republicanos de "Never Trump" sobre el esfuerzo.
"Todos hemos elegido una dirección similar, pero diferente", agregó Jolly. "Están en una lucha por el conservadurismo. ... Yo estoy luchando por el buen gobierno".
Algunos republicanos anti-Trump temen que crear un tercer partido sea contraproducente. Argumentan que nunca llegaría a ser tan poderoso como los dos partidos principales, y que si los moderados abandonan el Partido Republicano, solo quedarían los aliados más acérrimos de Trump.
"El país en su conjunto se está alejando de los extremistas republicanos, pero sigue teniendo al Partido Republicano como una de las dos fuerzas más dominantes", dijo Caldwell. "Un éxodo de la gente de centro-derecha solo significa que lo que podemos esperar razonablemente son candidatos de extrema derecha".
El incierto futuro de The Lincoln Project también se cierne sobre el universo de 'Never Trump'. El grupo bien financiado que fue fundado por ex operadores republicanos y ganó notoriedad por sus anuncios virales contra Trump durante las elecciones de 2020, ha estado bajo fuego por su manejo de las acusaciones de acoso sexual hechas contra el cofundador John Weaver.
Varios de los líderes de The Lincoln Project han dimitido desde entonces, pero la controversia ha despertado la preocupación de que el grupo pudiera obstaculizar la causa más amplia de "Never Trump".
"Ciérrenlo de una vez ... se acabó", tuiteó Kurt Bardella, un ex asesor destacado de The Lincoln Project.
En otros lugares, otros "Never Trumpers" están presionando. En Pensilvania, Craig Snyder, un crítico de Trump que fungió como jefe de personal del senador republicano convertido en demócrata Arlen Specter, está explorando una candidatura para el escaño del senador republicano retirado Pat Toomey.
Snyder anunció que espera que suficientes candidatos entren en las primarias y dividan el voto pro-Trump, dándole un carril con el fragmento de republicanos que no están a bordo con el ex presidente. Dijo que su campaña bien pudiera servir como caso de prueba para saber si todavía hay espacio en el partido para alguien como él.
"La única forma de averiguarlo es intentarlo", dijo Synder. "No era el partido de Trump antes de todo esto, y no tiene por qué serlo después de Trump".