SAN DIEGO— A Devan McGirr, de Lemon Grove, no le importó pasar una hora el martes por la mañana sentado en la sala de espera de una clínica dental en Hillcrest después de recibir una inyección difícil de conseguir.
"Se siente como si hubiera ganado la lotería", McGirr dijo. "Es completamente irreal".
La espera era para asegurarse de que no tuviera reacciones negativas tras recibir Evusheld, el nuevo medicamento de larga duración que, según los estudios, puede proporcionarle una protección significativa contra el COVID-19 a las personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
Hablando a través de la máscara N-95, como las que ha estado usando desde que comenzó la pandemia en 2020, McGirr dijo que toma Rituximab, un medicamento que suprime la función de su sistema inmunológico al mismo tiempo que ayuda a tratar su esclerosis múltiple.
Aunque la especialista en bibliotecas de SDSU dijo que está vacunada y reforzada, sus médicos le dijeron que no espere mucho de la inoculación. Los sistemas inmunológicos que funcionan parcialmente no producen muchos anticuerpos contra el COVID-19.
Ir a trabajar —incluso usando una mascarilla de alta calidad— ha hecho que se sienta expuesta, al saber que es menos probable que su cuerpo haya generado los anticuerpos protectores que podrían salvarle la vida si se viera expuesta a la variante altamente contagiosa ómicron.
"Esto reduce la ansiedad un millón de veces", dijo. "Todos los días, ir a trabajar se ha sentido como una situación de vida o muerte, y ahora voy a sentirme más como una persona normal".
Aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos el 8 de diciembre, Evusheld es un anticuerpo monoclonal, un montón de proteínas creadas en laboratorio y diseñadas y fabricadas para imitar los anticuerpos que se generan cuando las personas con sistemas inmunológicos en pleno funcionamiento luchan contra una nueva infección por coronavirus.
El nuevo fármaco es el primero en su clase diseñado para ser administrado como medida preventiva a pacientes de riesgo. Los monoclonales anteriores demostraron ser bastante eficaces en la prevención de enfermedades graves, si se administran a pacientes recién infectados con alto riesgo de complicaciones, especialmente a aquellos con condiciones médicas preexistentes, como diabetes, enfermedades cardiacas y obesidad.
Los estudios indican que Evusheld, que solo está aprobada para quienes están inmunocomprometidos o tienen un alto riesgo de sufrir una reacción alérgica grave a la vacunación, puede ofrecer una protección significativa durante un máximo de seis meses.
Recientemente se enviaron suministros limitados a los principales centros médicos, especialmente a los que atienden a pacientes con cáncer y transplantes, porque se sabe que esas condiciones devastan la protección inmunológica. Pero no ha habido suficiente para todos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos estiman que unos 7 millones de estadounidenses —el 2.7 por ciento de la población del país— están inmunocomprometidos y, por lo tanto, "son más propensos a enfermarse gravemente de COVID-19". Aunque el gobierno de Estados Unidos es inicialmente el único proveedor de Evusheld en América, solo se le compraron 700,000 dosis al fabricante AstraZeneca. Eso es solo el 10 por ciento de lo que se necesitaría para tratar a toda la población inmunocomprometida, por lo que, después de las protestas inmediatas, el gobierno pidió 500,000 dosis adicionales el 12 de enero.
Cuando se le preguntó por qué no se había hecho un pedido mayor, un portavoz del gobierno le dijo a CNN a finales de diciembre que "la principal protección contra la enfermedad relacionada con el COVID-19, incluyendo a las poblaciones inmunocomprometidas, sigue siendo la vacunación".
Aunque las dosis ya empezaron a llegar a los hospitales de todo el país, incluidos algunos en San Diego, estaba claro que muchos, acosados por una violenta oleada de ómicoron y una escasez simultánea de trabajadores, no eran capaces de aplicar las dosis en los brazos tan rápidamente como estaban llegando.
La inyección de McGirr el martes fue el resultado de un nuevo enfoque en la distribución local. El departamento de salud del condado ayudó a canalizar las dosis a los Centros de Salud Familiar en San Diego, la mayor clínica de salud comunitaria de la región y la cual ha tenido gran éxito en cuanto a la distribución de monoclonales a sus pacientes. Este fundamental recurso sanitario, en funcionamiento desde hace más de 50 años, se ganó la reputación de encontrar soluciones creativas a los problemas de salud, y actualmente usa su clínica dental en Third Avenue en Hillcrest como centro de monoclonales.
El doctor Cameron Kaiser, subdirector de salud pública del condado, dijo el martes que el sistema de salud quiere un enfoque lo más pragmático posible para distribuir recursos escasos como lo es Evusheld.
"Vamos a trabajar con personas como este proveedor, que puede inyectarla en los brazos rápidamente y que creo que tiene una buena perspectiva de cómo hacerlo de forma que sirva mejor a la comunidad", dijo Kaiser. "La única cosa que no queremos hacer es decirle al estado, 'Bueno, no podemos encontrar personas que quieran aplicarse esto, vamos a enviártela de regreso', porque sabemos que, en San Diego, sin duda hay una necesidad de ella".
El doctor Christian Ramers, director médico de Family Health y el cual dirige el esfuerzo monoclonal, dijo que los esfuerzos de asignación de Evusheld se guían por el reconocimiento de la "hipótesis de la equidad inversa", que afirma que el acceso a los nuevos recursos de salud tienden a acumularse primero para quienes menos los necesitan. Los habitantes con amplios recursos suelen tener el tiempo y los contactos necesarios como para acceder anticipadamente.
Para combatir esto, dijo, algunas citas se ofrecen de forma generalizada a cualquiera que cumpla con los requisitos, independientemente del lugar al que suela ir a atenderse, y otras se ofrecen a los clientes de Family Health Center que a menudo no tienen seguro o que tienen un seguro insuficiente.
"Creemos que equilibra un poco el campo de juego", Ramers dijo.
Alrededor de 800 personas que se atienden regularmente en la clínica, dijo, parecen cumplir con los requisitos, y se están haciendo esfuerzos para ofrecerle dosis directamente a las personas que más las necesitan.
Sentada en la sala de espera, esperando a que terminara su periodo de observación de una hora después del tratamiento, McGirr dijo que se sintió aliviada al saber que no todo era por orden de llegada. Como trabaja en el campo de la biblioteconomía, ha hecho una carrera de buscar información, y dijo que había estado buscando en Google la disponibilidad de Evusheld desde que se aprobó por primera vez.
Al ver que el medicamento repentinamente apareció en el sitio web de Family Health Center y al ir a vacunarse menos de 24 horas después, dijo, se sintió un poco culpable por los que aún no han recibido un alivio similar.
"Todos nosotros hemos estado tratando de abogar por más de este medicamento, para que no sea como en The Hunger Games, tratando de competir contra otras tantas personas que lo necesitan", dijo. "Estoy inmunocomprometida, sí, pero sé que hay pacientes con cáncer, pacientes de trasplante, que se lo merecen en la misma medida".