El fiscal de Distrito de San Francisco, Chesa Boudin, afirmó el lunes que la policía usó una base de datos con el ADN recolectado de víctimas de violación y agresión sexual para vincular a algunas de ellas con delitos.
Boudin señaló que el laboratorio criminalístico del Departamento de Policía de San Francisco (SFPD) había utilizado la base de datos para "intentar incriminar posteriormente" a las sobrevivientes de violación y agresión sexual, una práctica que calificó de "legal y éticamente incorrecta".
Pidió el fin inmediato de la supuesta práctica, se comprometió a trabajar con la policía para abordar las acusaciones e instó a cambios en las leyes locales y estatales, según un comunicado de la oficina de Boudin.
"Me preocupa que las víctimas que tienen el coraje de someterse a un examen invasivo para tratar de identificar a sus perpetradores sean tratadas como delincuentes en lugar de ser apoyadas como afectadas de un delito", afirmó el funcionario. "Deberíamos alentar a los sobrevivientes a que hagan sus denuncias, no recopilar pruebas para usarlas en su contra en el futuro. Esta práctica trata a quienes sufren violencia como evidencia, no como seres humanos".
Boudin no identificó la base de datos, pero dijo que una mujer fue arrestada recientemente bajo sospecha de un delito grave contra la propiedad basado en su ADN recolectado hace años durante un examen de violación relacionado con violencia doméstica, según Associated Press.
El fiscal no proporcionó muchos detalles sobre el caso y remarcó que su oficina todavía está investigando cuántas víctimas de agresión sexual pueden haber sido arrestadas en función de su ADN.
El Departamento de Policía de San Francisco no respondió a un pedido de comentarios para este artículo, pero su jefe, Bill Scott, le dijo a AP que ordenó una investigación. "Nunca debemos desincentivar a las víctimas de delitos en su cooperación con la policía, y si es cierto que el SFPD ha utilizado el ADN recolectado de una afectada de violación o agresión sexual para identificar y detener a esa persona como sospechosa de otro delito, me comprometo a poner fin a la práctica", destacó.
Funcionarios estatales y organizaciones que trabajan con sobrevivientes de violencia sexual también se pronunciaron el lunes. Pamela Tate, codirectora ejecutiva de Black Women Revolt Against Domestic Violence, dijo que la base de datos no puede considerarse una "renuncia general" a los derechos de las víctimas a no autoincriminarse. "Este tipo de tergiversación tendrá un efecto escalofriante para las mujeres negras y de color que deban denunciar delitos de agresión sexual", señaló.
El sistema legal no está diseñado para apoyar a los afectados de violencia sexual, agregó KellyLou Densmore, directora de la Oficina de Respuesta y Prevención de Acoso y Agresión Sexual de San Francisco. "Muchos sobrevivientes ya eligen no compartir sus experiencias, en particular las personas transgénero y las mujeres de color cisgénero, las personas LGBT y otros grupos marginados, que pueden desconfiar de la policía y enfrentar otras barreras importantes para recibir apoyo después de un ataque sexual", remarcó.
Para Michael Risher, un abogado de derechos civiles que trabaja con la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) del Norte de California, la supuesta práctica viola la privacidad de las víctimas. La ley federal prohíbe que las fuerzas del orden carguen muestras del ADN de las víctimas de agresiones sexuales en el Sistema Nacional de Índice de ADN Combinado, que se utiliza para comparar la información genética de las escenas del crimen con muestras tomadas de personas condenadas o arrestadas por delitos, precisó.
"Las agencias locales que mantienen bases de datos separadas deben seguir esta regla sensata, para garantizar que el ADN de las víctimas no sea retenido y utilizado para fines no relacionados [con su propia investigación]", dijo. "Esto es especialmente importante para las agencias del orden de California, como el SFPD, porque a diferencia de la Constitución federal, la carta magna del estado protege expresamente los derechos de privacidad y los derechos de los afectados".
Después de que se denuncia una agresión sexual, se pide al sobreviviente que se someta a un examen en el que se recopilan pruebas de fluidos corporales, raspaduras de uñas y marcas de mordeduras o arañazos, detalló la oficina de Boudin. "La víctima entrega su propia muestra de ADN para excluirlo del que pertenece al sospechoso", según el comunicado.
Pero la investigación muestra que solo un pequeño porcentaje de los sobrevivientes se someten a pruebas luego de una agresión sexual, un proceso que es invasivo y traumático para muchos, señalaron los fiscales. "Las víctimas de ataque sexual consienten en su recolección de ADN para este propósito, no para que sea retenido en una base de datos local de aplicación de la ley de forma permanente, que puede ser usado años después", comentaron los fiscales. "Usar la información genética de las víctimas para incriminarlas potencialmente en el futuro disuade aún más a los sobrevivientes de agresiones sexuales de pasar por lo que ya es un proceso muy difícil y emocional".
El senador estatal Scott Wiener (D-San Francisco) y la supervisora Hillary Ronen también condenaron la supuesta práctica. Wiener anticipó que está trabajando con la oficina de Boudin para abordar el problema con la legislación estatal "de ser necesario".
En tanto, Ronen agregó que pidió al fiscal de la ciudad de San Francisco, David Chiu, que colabore en la redacción de una ley para evitar que cualquier tipo de evidencia del expediente de violación de una víctima, incluido el ADN, sea utilizado para otra cosa que no sea investigar ese caso puntual.
The Associated Press contribuyó con este artículo.
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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.