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Michelle Andrews

Funcionarios advierten sobre sitios de pruebas para covid de dudosa calidad

NEW YORK — En los últimos meses, los sitios para pruebas de covid en carpas y camiones se han multiplicado en las calles como la mala hierba. A medida que la variante omicron atraviesa los Estados Unidos, la demanda de tests se ha disparado y las filas dan la vuelta a la esquina.

Además de hospitales y centros de salud, la ciudad de Nueva York ofrece pruebas sin cita en sitios móviles. Los operadores de sitios de prueba privados también han proliferado en esta y otras ciudades.

Muchos de ellos ofrecen servicios legítimos. Pero la alta demanda y la escasez de oferta también abrieron la puerta a embaucadores, y funcionarios en algunos estados están alertando sobre operadores dudosos que podrían poner en riesgo los datos personales de la gente, su salud o sus billeteras.

“Estas condiciones cambian tan rápidamente”, dijo Gigi Gronvall, investigadora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud que dirige el COVID-19 Testing Toolkit que brinda orientación a empleadores y a otros. “No es una sorpresa que abrieran la puerta a la estafa de consumidores y a pruebas fraudulentas”.

Los consumidores que buscan pruebas, ya sea una rápida de antígenos que proporciona resultados en menos de una hora o una prueba de PCR, que generalmente toma más tiempo pero es más precisa, pueden no percibir que no todos los sitios de pruebas son iguales. Y desafortunadamente, no siempre es fácil distinguir lo bueno de lo malo.

En sitios de prueba en el área de Chicago, consumidores se han encontrado con empleados sin máscara y sin guantes. O se les ha pedido que proporcionen un número de Seguro Social o de tarjeta de crédito antes de realizar el test, dijo la doctora Eve Bloomgarden, cofundadora del grupo de defensa Illinois Medical Professionals Active Collaborative Team.

Estos sitios ponen a los consumidores en riesgo de robo de identidad y de resultados inexactos, así como pérdidas financieras si se les cobra por las pruebas, que generalmente son gratuitas para los consumidores.

“La orientación debe provenir del estado y estar regulada a nivel de salud pública”, agregó. “Descubrir esto no debe recaer en el público”.

El gobernador de Illinois, J.B. Pritizker, calificó algunas operaciones como “no confiables” y un “problema enorme”, y remitió el asunto al fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, para investigarlo.

En una calle de Philadelphia, trabajadores en una tienda de pruebas de covid afirmaron falsamente que estaban trabajando con la agencia federal FEMA, dijo James Garrow, director de comunicaciones del Departamento de Salud Pública de la ciudad, en una respuesta por correo electrónico. FEMA le dijo al departamento que no estaba financiando ningún centro de prueba temporal en la ciudad.

“Actualmente, no hay señales rápidas para ayudar a la gente a saber si un sitio es legítimo o no”, dijo Garrow. “Es por eso que estamos investigando si es posible proporcionar un cartel para demostrar que un sitio es legítimo o reconocido por el departamento de salud”.

Es difícil caminar por una calle en algunas partes de Manhattan sin toparse con al menos uno o dos de estos sitios emergentes. Antes de las vacaciones, las personas hacían largas filas en el frío esperando su turno para tener el hisopado. Algunos camiones y carpas están claramente marcadas con los nombres de las empresas, mientras que otras operan desde lo que parecen ser furgonetas de alquiler.

Y proliferan a lo largo de todo el país. Son omnipresentes en Los Ángeles. En algunos lugares, los sitios de prueba administrados por la misma empresa se agrupan a poca distancia unos de otros.

Algunos operadores de pruebas enfocan sus operaciones en áreas con alta cobertura de salud, en vez de vecindarios marginales, con menos personas con seguro. Por ejemplo, un mapa de sitios de prueba de LabQ, una empresa que ofrece pruebas móviles de covid en el área de la ciudad de Nueva York, muestra docenas de lugares en Manhattan pero solo unos pocos en el Bronx.

“No me importa por qué la gente se está haciendo la prueba”, dijo Denis Nash, profesor de epidemiología en la Universidad de la Ciudad de Nueva York. “Si lo hacen para estar más seguros en una fiesta, genial. Pero sí me importa si el acceso no es equitativo”.

Uno de los puntos débiles del sistema es que, si bien los departamentos de salud de los estados y las ciudades controlan de cerca los laboratorios que procesan las pruebas de covid, generalmente no regulan a los operadores del sitio que las administra.

En Philadelphia, en este momento el único requisito de licencia para los sitios de pruebas de covid es que el laboratorio que utilicen tenga una licencia del departamento de salud estatal que demuestre que cumple con los estándares federales bajo la ley conocida como Clinical Laboratory Improvement Amendments (CLIA), explicó Garrow.

CLIA establece estándares de pruebas de laboratorio para precisión, confiabilidad y puntualidad.

En Maryland, los sitios deben tener una “exención” CLIA del gobierno federal que les permita realizar las pruebas, dijo Andy Owen, subdirector de relaciones con los medios del Departamento de Salud de Maryland.

En diciembre de 2020, el fiscal general de Maryland, Brian Frosh, emitió un comunicado de prensa advirtiendo a los consumidores sobre las operaciones de prueba de covid no autorizadas que podrían recopilar información de identificación personal de las personas y usarla para el robo de identidad.

Desde entonces, el departamento no ha recibido ninguna queja sobre los sitios de prueba emergentes, según Aleithea Warmack, subdirectora de comunicaciones de la oficina del fiscal general.

En general, un operador de sitio de pruebas que busca el pago de un plan de salud por administrar un test de covid debe tener un identificador de proveedor nacional, que proviene de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), dijo Kristine Grow, vocera de AHIP, un grupo comercial para planes de salud

Si bien es rutinario que un operador de prueba solicite la información del seguro de salud de los consumidores, no lo es solicitar números de tarjetas de crédito.

Los consumidores generalmente no tienen que pagar de su bolsillo por una prueba de covid porque está cubierta por un seguro o por el gobierno federal. Sin embargo, a algunas personas se les cobra si la prueba no la ordena su médico, es un servicio urgente o la realiza un proveedor fuera de la red, donde “seguimos viendo aumentos de precios durante el curso de la emergencia de salud pública”, dijo Grow.

Una forma de identificar a un operador de pruebas legítimo es verificar las listas que mantienen los estados y las ciudades con los nombres de los operadores con los que trabajan o financian. Pero muchos operadores de pruebas legítimos no están en las bases de datos oficiales, expresó Bloomgarden.

Algunos operadores de sitios de prueba independientes están “altamente calificados”, dijo Scott Becker, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios de Salud Pública. Becker fue a un sitio de pruebas en el auto en su vecindario en el condado de Montgomery, Maryland. El operador de la prueba le dijo qué laboratorio usaron y recibió los resultados con el nombre del laboratorio.

“No son del todo malos”, dijo Becker. “Simplemente es difícil para un ciudadano común entenderlo”.

A medida que crece la demanda de pruebas de covid, es posible que incluso los operadores de pruebas legítimos no cumplan con sus compromisos.

Theo Servedio hizo fila con un puñado de personas en la puerta corrediza de una camioneta móvil de pruebas LabQ cerca de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York en diciembre. El estudiante de segundo año de 19 años planeaba ir a una fiesta, pero con el aumento de casos de covid, primero quería hacerse la prueba. Un letrero en la mesa de registro prometía un tiempo de respuesta de 24 horas para pruebas de PCR.

“Ambos son gratuitos, pero el tiempo de respuesta para las pruebas en la escuela ha sido de 48 a 72 horas en el pasado”, dijo Servedio.

Tuvo sus resultados en 24 horas. Pero otros no tuvieron tanta suerte. Según una carta de advertencia enviada a LabQ en diciembre por Letitia James, fiscal general de Nueva York, algunos consumidores esperaron más de 96 horas para obtener los resultados de sus pruebas de covid, a pesar de la promesa de la compañía de un tiempo de respuesta de 48 horas.

LabQ fue una de las pocas empresas de pruebas de covid que recibieron las advertencias a fines de diciembre y principios de enero.

LabQ no respondió a una solicitud de comentarios.

—Chaseedaw Giles de KHN contribuyó con este informe.

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