El organismo catalán en el exilio, el Consejo de la República, ha pedido una participación masiva en las elecciones generales españolas del 23 de julio para crear lo que llama un “desbordamiento democrático” que bloqueará las mayorías en las cámaras del parlamento español y, por lo tanto, dará a los catalanes apalancamiento real de las partes.
El Gobierno del Consejo con sede en Bélgica ha pedido a los partidos independentistas que se presentan a las elecciones de julio que se comprometan a no garantizar la estabilidad política de ningún Gobierno español que “no se comprometa de forma unívoca con una solución política a la [Cataluña -España], basado en una amnistía y respeto al derecho a la autodeterminación, que el pueblo catalán ejerció el 1 de octubre de 2017”.
Tal compromiso estaría vinculado, además, con la asunción de una agenda claramente independentista y de apuesta por el camino hacia la República Catalana. El Consejo insta a estos partidos a aumentar su apoyo lo suficiente como para que puedan bloquear la investidura del próximo presidente del Gobierno español.
El Consejo de la República promueve el desbordamiento democrático del Estado español por parte de la sociedad catalana, que dice debe darse en todos los escenarios posibles: movilización ciudadana en la calle, desobediencia civil no violenta, y también en las diferentes instituciones.
Precisamente por este compromiso critican la abstención convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), una postura que Juntos por Cataluña (Junts) también considera “pegarse un tiro en la cabeza”.
El Consejo hace un llamamiento masivo a los votantes independentistas para que acudan a las urnas el próximo 23 de julio y advierte que “ningún partido unionista pedirá jamás la abstención de sus votantes como forma de combatir el independentismo”.
Así, el organismo en el exilio destaca la importancia de construir una unidad estratégica entre las fuerzas independentistas, que les permita enfrentarse con eficacia a “un sindicalismo siempre dispuesto a su unidad estratégica a la hora de combatir la independencia”.
En este sentido, señalan el pacto que permitió al Ayuntamiento de Barcelona investir como alcalde al candidato socialista Jaume Collboni, “donde los partidos que se autodenominaban de izquierda sumaban sus votos a la derecha, heredera del franquismo”.
La dirección del Consejo dice comprender el desencanto generalizado entre una parte importante de las bases independentistas, en concreto, hacia los partidos políticos que aspiran a gobernar “y comprendemos las razones de su malestar”.
Así, piden a los partidos independentistas que corrijan las estrategias de desunión y “negociación estéril con España”. Finalmente, el Consejo hace un llamamiento a los diferentes grupos políticos para que trabajen juntos para alcanzar los objetivos de “libertad, justicia y autodeterminación del pueblo de Cataluña”.
La posición del gobierno del Consejo es opuesta a la de su propio órgano de base, la Asamblea de Representantes, que prepara una resolución para pedir la abstención o el voto nulo en las elecciones.
La propuesta de resolución se encuentra en una fase inicial de tramitación, y si finalmente es aceptada por la mesa, deberá recabar 31 avales entre los asambleístas. De ser aceptado, se incluirá en el orden del día del próximo pleno, que se celebrará el 15 de julio.
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